Todas direcciones.

Siempre hay alguien que daría su vida y mil más por estar a tu lado.

jueves, 16 de junio de 2011

Dame guerra.

Entrar en clase y sentarme, para ver que tu llegas y ocupas el sitio de al lado. Que escribas en mis apuntes: “boba”, “tonta”, “fea”. Que hagas un dibujo en mi agenda. Hablarnos de un lado al otro de la clase, porque ya no nos dejan estar juntos. Que te levantes el primero cuando toca el timbre, para acercarte a mi, darme un beso en la frente, y desaparecer. Que me quites mi pulsera un día cualquiera, y te la lleves puesta a todos lados. Que cuando nos enfademos aparezcas con ella en tu muñeca izquierda, con la manga subida para que se vea. Que me apuntes tu número de teléfono en la mano, y me digas que te llame por la tarde. Volver juntos de una excursión viendo una película mala del oeste, y sacar conclusiones alocadas. Que me cojas de la mano cuando se apaguen las luces, y la gente empiece a aplaudir. Que me mandes mensajes porque te has acordado de mi súbitamente, y te gastes el saldo de la semana en contarme tonterías. Discutir sobre quién quiere más a quien, o que yo te diga que te quiero y tú no respondas. Que le digas a todo el mundo que la quieres más a ella, y luego a mi que eso es mentira. Que te inventes un apodo de tres siglas. Hacerme escuchar una canción que lleva mi nombre, pero que no es por mi, ni por nadie. Que me beses por primera vez en un pasillo: “no podemos”. Que al día siguiente me comas a besos. Que me cuentes alguna tontería, o me digas que nunca habías sentido nada cómo esto. Que tararees una canción de la cual tan sólo sabes el estribillo. Que me llames por la ventana, para que me asome y así hablar un rato… Que me digas que tengo unos ojos bonitos, y me acompañes a casa tras llegar de una excursión. Que me esperes al lado de la confitería, jugando con una pelota. Que no te dejen ni acercarte a mi, pero te sientes a mi lado: "me da igual lo que me digan". Que repitas una y otra vez: "no te vayas, quédate conmigo". Que busquemos juntos corazones entre los árboles, y me beses la mejilla cuando se hace el oscuro, porque el protagonista le ha dicho a la princesa que la quiere. Que me hagas llegar tarde porque nos entretuvimos demasiado... Tu Red-Bul sin terminar, mi piruleta de cereza rota contra el suelo. Recuerdos.

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