Todas direcciones.

Siempre hay alguien que daría su vida y mil más por estar a tu lado.

sábado, 25 de junio de 2011

Un mensaje en el contestador.

Hola cielo. Ahora mismo he salido del trabajo, y no te imaginas lo que me he encontrado, ¿recuerdas ése lugar en el que nos vimos por primera vez, ese del que no nos acordábamos? Pues estoy delante de él. La vieja confitería. ¿Cómo no nos habríamos acordado? Puede que sea lo grande que es la ciudad, no lo sé. Me está dando bastante pena, está cerrada, y parece ser que desde hace bastante tiempo, porque dentro sólo se ven polvo y telarañas… Pero, ¿sabes lo mejor de todo? Que ahí al lado de la puerta está escrito mi nombre, con un corazón al lado, y no recuerdo haberlo puesto yo, tonta, que eres tonta. Y no sé si lo sabes, pero en la cuarta baldosa empezando a contar desde la señal de stop, yo también escribí algo, un número, ¿recuerdas cuál era? Yo recuerdo que la primera vez que te vi fue hace quince años, y me enamoré de ti. Que fuiste uno de mis muchos amores adolescentes, y que entonces, seis años después, un día cualquiera, en un parque cualquiera, a ti se te cayeron unos libros al suelo, y yo me agaché a ayudarte a recogerlos, y cuando levanté la cabeza y te miré, me di cuenta de que me cambiarías la vida, cómo me la cambiaste delante de aquella confitería. Y entonces todo cobró sentido, y me llenaste de vida, y me di cuenta, amor mío, de que por muy mal que lo hubiéramos pasado siendo críos, yo sólo me acordaba de lo bueno. De todo lo bueno. Que estoy enamorado de ti, y que te quiero.

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